Paco Molina nace en Suria, ciudad cercana a Barcelona el 29 de marzo de 1930
En Agosto de 1939, Pablo Neruda recluta un grupo de refugiados de la guerra civil española los que son embarcados en Burdeos en el barco Winnipeg. Algunos desembarcan en Arica y 2004 lo hacen en Valparaíso, (317 niños), uno de los cuales era Francisco “Paco” Molina.
Su familia se establece en la calle Lastra, y él antes de cumplir los 10 años juega como delantero en las infantiles del “Mariposa”
A esa misma edad ingresa al Liceo Eduardo de la Barra, continúa sus estudios primero en el Colegio Salesianos y posteriormente en los Sagrados Corazones. “Era bueno para el fútbol”, es la razón que da para explicar sus traslados en una entrevista dada años más tarde al Mercurio de Valparaíso.
Debuta con la casaquilla verde de Wanderers el año 1949, tras una breve estadía es vendido a Universidad Católica.
El año 1953 se constituye en el goleador del sudamericano de Lima (completan la delantera de Chile Enrique Hormazábal, Atilio Cremaschi, René Meléndez y Guillermo Díaz)
Su fama trasciende las fronteras y es transferido al Atlético de Madrid. Se mantiene una década como titular en el primer equipo. Sólo el haber vestido la camiseta de Chile le impide incorporarse a la selección de su país natal.
Entusiasmado por su éxito deportivo solicita permiso para que su familia vuelva a radicarse en España.
La dictadura franquista niega tal solicitud.
Decepcionado vuelve a Chile, termina su carrera deportiva en Audax Italiano.
En Agosto de 1939, Pablo Neruda recluta un grupo de refugiados de la guerra civil española los que son embarcados en Burdeos en el barco Winnipeg. Algunos desembarcan en Arica y 2004 lo hacen en Valparaíso, (317 niños), uno de los cuales era Francisco “Paco” Molina.
Su familia se establece en la calle Lastra, y él antes de cumplir los 10 años juega como delantero en las infantiles del “Mariposa”
A esa misma edad ingresa al Liceo Eduardo de la Barra, continúa sus estudios primero en el Colegio Salesianos y posteriormente en los Sagrados Corazones. “Era bueno para el fútbol”, es la razón que da para explicar sus traslados en una entrevista dada años más tarde al Mercurio de Valparaíso.
Debuta con la casaquilla verde de Wanderers el año 1949, tras una breve estadía es vendido a Universidad Católica.
El año 1953 se constituye en el goleador del sudamericano de Lima (completan la delantera de Chile Enrique Hormazábal, Atilio Cremaschi, René Meléndez y Guillermo Díaz)
Su fama trasciende las fronteras y es transferido al Atlético de Madrid. Se mantiene una década como titular en el primer equipo. Sólo el haber vestido la camiseta de Chile le impide incorporarse a la selección de su país natal.
Entusiasmado por su éxito deportivo solicita permiso para que su familia vuelva a radicarse en España.
La dictadura franquista niega tal solicitud.
Decepcionado vuelve a Chile, termina su carrera deportiva en Audax Italiano.
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